Cuando una persona se encuentra en los Estados Unidos sin permiso de las autoridades migratorias, se le puede exigir que se presente ante una Corte de Inmigración para determinar si puede permanecer en el país o si, por el contrario, debe ser deportado. Estos procesos legales pueden demorar años y requieren de mucho conocimiento procesal y de derecho sustantivo para navegarlos.
Las personas en procesos de remoción o deportación pueden plantear defensas para permanecer en los Estados Unidos basadas en tener miedo fundado de regresar a su país de origen, por medio de aplicaciones de asilo político o retención de la remoción. Quienes han permanecido por más de 10 años en los Estados Unidos y tienen un familiar inmediato que es residente o ciudadano estadounidense, pueden solicitar la cancelación de la deportación. Los jueces, en algunos casos, pueden acordar cerrar los casos cuando el inmigrante demuestra que puede ser beneficiario de una petición familiar. Quienes tienen lazos estrechos en los Estados Unidos y no representan un riesgo de seguridad para la comunidad, pueden solicitar discreción de la fiscalización.